Texto: Vanesa Sánchez/ Fotos: Federico Walfisch
El pasado mes de Agosto el montañero Pepe Saldaña ofreció una conferencia en Dúrcal invitado por la Asociación Almósita. El granadino ha sido junto a su compañero de expedición Fernando Fernández Vivanco el primero en coronar la sexta cima más alta del mundo, el Cho Oyu 8.201 metros. Además, Saldaña está llevando a cabo el proyecto 7 cumbres alcanzando las cimas más altas de cada continente. Por el momento ha conseguido cuatro: el McKenley ( 6.194 m.) de America del norte, el Aconcagua (6.962 metros) de America del Sur, el Kilimanjaro (5.895 m.) de África y el Elbrus en Rusia la cima más alta del continente europeo con 6.194 metros. Antes de su exposición, hablamos con Saldaña para que nos hablase de su experiencia.
¿Qué sintió al coronar uno de los techos del mundo por primera vez, en su caso el Kilimanjaro?
Más que una expedición, éramos un grupo de amigos a los que el viaje a África nos apetecía bastante, así que lo pasamos muy bien. Al haber coronado otras cimas, ésta ya me sabe a poco pero por supuesto la primera vez que llegas a una cumbre así, y más como llegué yo, que hacía bastante frío, casi amaneciendo, con sólo otras dos personas, fue una sensación tan bonita como difícil de describir.
¿Qué tiene la montaña que atrae tanto a algunas personas?
Creo que es como una droga o una enfermedad, acabas de conseguir un pico, y cuando bajas ya estás pensando en conquistar otra más alta y que esté más lejos. Pienso que puede ser el hecho de que lo que cuesta trabajo conseguir en la vida es lo que más disfrutas y por tanto lo que te engancha.
Usted da charlas a escolares sobre las expediciones que ha hecho. ¿Qué es lo que más les sorprende cuando les habla sobre sus aventuras?
La montaña y todo lo que concierne a ella es un tema que engancha muy bien a los niños. Gracias a Diputación, que ha subvencionado el viaje al Cho-Oyu y al McKenley, doy estas charlas, y disfrutas mucho por sus reacciones, las preguntas que hacen son sorprendentes. Yo les explico que hay otros deportes que no son el fútbol ni baloncesto, y que gracias a ello estoy conociendo el mundo pero claro, haría falta que tanto clubes como escuelas llevaran más a los niños a la montaña. En Diputación tenían previsto hacerlo, ahora falta ver si sigue en pie. No obstante, el senderismo y el montañismo en Granada están muy bien, hay mucha afición al senderismo sobretodo.
¿Qué aprende un hombre de una montaña como el Cho Oyu sin oxígeno ni sherpas?
Para mi ha sido una de las mayores experiencias de mi vida. Yo me considero senderista y no montañero por lo que pensar en subir un 8.000 me parecía algo imposible. Así que el poder ir, ver el Himalaya y sus “ochomiles”, visitar Katmandú y encima tener la suerte de coronar el Cho-Oyu, hacen que la experiencia sea estupenda. La montaña cada uno la sube como quiere pero considero que si alguien sube sin sherpa ni oxígeno entonces realmente la ha coronado, si no te sientes preparado hay otras montañas muy bonitas también que subir y con menos metros.
¿En qué pensaste cuando llegaste a ese 8.000?
Pues en ese momento me emocioné mucho…hubo un momento de la expedición en que pensé que no lo conseguiría, pero habiendo llegado tan lejos y con el esfuerzo que me había costado, estando tan cerca no lo podía dejar…así que ese momento en que coroné la cumbre fue muy emocionante.
¿Cuál es el próximo reto?
El próximo reto se encuentra en la cordillera del Karakórum
¿Ha sido una montaña el mayor reto al que se ha enfrentado?
La vida en si misma es un reto, para mi la montaña es un hobbie, y voy a la montaña a disfrutar.
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