La Balconada Revista

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Valle de Lecrín, GRANADA, Spain
Revista y agenda cultural del Valle de Lecrín

jueves, 24 de febrero de 2011

EDITORIAL

Hartazgo y medidas anti-crisis


(Editorial)

El Valle de Lecrín se sitúa a 20 minutos de la costa de Granada, a 30 de la propia capital. Está a las puertas de la Alpujarra. Es una tierra rica, ya que no le falta el agua, sus campos son frondosos, y abunda una vegetación variada con una arboleda en muchos casos centenaria, compuesta por pinos, naranjos, limoneros, almendros y olivos lechines de cuya aceituna se extrae un aceite de peculiares características. En esta comarca también se produce queso, miel y embutidos. Al tener una tierra tan fructuosa, el hombre la ha poblado hace milenios. Por ello su patrimonio histórico es abundante y variado. Las vistas que se pueden observar desde muchos lugares de este valle son maravillosas. Entonces, ¿por qué viviendo en este paraíso nos podemos sentir tristes, desafortunados, o como me dijeron el otro día, “jartos” de vivir? 
Ya que la situación económica mundial no es halagüeña y que algunas de las actuaciones que se llevan a cabo a nivel estatal o desde las empresas privadas, tampoco nos ayudan a superar esta situación, quizás sea hora de pensar qué granito de arena podemos aportar nosotros.
 Esta comarca lo tiene todo para ser un destino preferente para los visitantes no sólo de Granada, sino de toda Andalucía. Además, el turista se muestra interesado por zonas como el Valle de Lecrín, disfrutando así de su cultura, naturaleza, gastronomía e historia del lugar. El trato con la gente que encuentra en su camino deja huella en su visita, y es que las personas son parte del patrimonio de un lugar y tienen mucho que ver con el recuerdo que guardas del mismo. Son muchos los comercios, bares, restaurantes o  alojamientos rurales que tratan a sus clientes de forma agradable, acogedora y con res-peto, haciéndolos sentir según sus propias palabras "como en casa"; sin ir más lejos, en los meses que llevo viviendo aquí nos hemos encontrado con muchos habitantes que son unos estupendos anfitriones; señoras que te indican una dirección e incluso te acompañan hasta el lugar que buscas, clientes de una terraza en Saleres que poco a poco van formando un círculo hasta integrarte en el grupo, establecimientos que te facilitan  contactos para conseguir leña, vecinos que se interesan por tu estancia en el pueblo...Son muchas las pruebas de hospitalidad que podría nombrar. Pero como ejemplo, me quedo con las palabras ilustradoras de Paco, el protagonista de uno de nuestros reportajes, que nos confesó que él se siente un hombre rico, especialmente esas mañanas primaverales en las que contempla el hermoso paisaje de este valle desde su terraza. 
No podemos permitirnos tener ese hartazgo de la vida cuando somos tan afortunados de vivir en este lugar. No podemos cambiar todo el planeta Tierra desde aquí pero sí podemos cambiar nuestro mundo y salir de esta crisis de ánimo que parece rodearnos y que no ayudan en absoluto a la comunidad de la que todos somos miembros, tanto nativos, como “forasteros".
 FED UP AND ANTI-CRISIS MEASURES
(This is a free translation by Lynda Morrison)
The Lecrin valley is situated 20 minutes from the coast and 30 minutes from the capital Granada. This is the door to the Alpujarra, a fertile region with plenty of water, and rich in vegetation. Also well forested, there are trees gnarled with age, tall shady pines, and groves of orange, lemon, and almond; of particular note are the olive ‘lechines’, which produce a very distinctive oil. In this area cheese, honey, and cured meats are also produced. Due to it being such a fertile region, the valley has been inhabited over the centuries making its history colourful, and varied. It is a beautiful valley and the views which can be seen from it are captivating. Then how, I ask myself, living in this paradise can we feel sad, unfortunate or like someone said the other day, “fed- up”?
The world economic situation could not be described as rosy; many people have been forced to tighten their belts and are feeling the pinch. So perhaps the time has come to look around and re-discover the riches that surround us.
 Many tourists want to visit areas where they can learn about the culture, the countryside, the food, and history of the region. And the Lecrin valley has much to recommend it as being an ideal destination for such visitors.  Apart from the afore-mentioned characteristics, old fashioned hospitality is not only still to be found here, but is quite common. There are many businesses, bars, restaurants, rural hotels and guest houses where the customer or client is treated in a friendly, easy fashion, which according to their own words, “makes them feel like being at home”. The people you meet are part of this place, the guardians of its history, and added to your memories they become, ‘footprints in time’.
 In the months we have been living here we have encountered hospitality in many forms. It is quite common to be led to your destination if asking directions. In one bar in Saleres there is a group who are forming a network to provide easy access for firewood. There are neighbours who care about your stay in town….. There are many acts of hospitality that one could name.
  I remember the words of Paco, the subject in one of our articles. He tells us that he feels rich, especially in these spring mornings, able to contemplate the beauty of the valley from his terrace.
We can’t allow ourselves to feel fed up with life when we are so fortunate to live in this place. We can’t change the entire planet from here, but we can leave this crisis of the spirit behind which is negative for our community.

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